sábado, 22 de abril de 2017

EXPERIENCIA DE UNA CESÁREA

Hola amores, como va todo?
Se que os he mantenido muchos días de espera, pero he esperado a habituarme y recuperarme un poco, antes de ir al grano con mi rutina habitual.
Se que Mia os adelantó algo, pero aquí estoy yo para contároslo todo.
El día 11 de Abril de 2017 a las 18:12, nació nuestro pequeño y esperado príncipe. Para mi, fue una bendición en muchos sentidos. En ese día, hace muchos años, nació la persona que para mi ha sido de las mas importantes de mi vida, MI ABUELA!
Cuento esto con algo de tristeza y nostalgia, ya que por desgracia falleció hace casi 5 años.
QUE DESCANSO POR DIOS! El no tener barriga y que por fin se me han ido todos los males, salvo la cesárea.
Como sabéis, por el problema de la cadera, tenía la cesárea programada y firmada, a la espera de la llamada para confirmar día y hora, pero este pequeño no quiso esperar más.
Y si os parece, os voy a contar un poco como sucedió todo.

Pues bien, el día 11 de abril a las 13:20, tenía anestesista para dejar todo listo para la cesárea, y la visita fue genial. Me tocó una Dra de 10, que me explico todo a la perfección. Es una mujer que pincha si, pero también a sido pinchada varias veces, así que inspira más confianza.
Al salir de la visita, aproveché para ir a comprar un par de cosas y volvimos para casa. Mi marido se fue a trabajar, y yo me metí en la cama con la intención de una siesta, o al menos reposar la espalda, así que me tomé un paracetamol (que es lo único que podía tomar) y me dispuse a dormir.
Me extrañó mucho, que de repente se me fuera el dolor de espalda por completo y tan de golpe, pero cuando quise darme cuenta el dolor me pasó delante. Al ir al baño, me di cuenta de que estaba sangrando (aunque no mucho) y pensé que, de momento aguantaría un poco, y si seguía saldríamos corriendo, y así fue.
Sobre las 16:30 llamé a mi marido que ya no podía más, y nos dirigimos al hospital de urgencias.
Cuando llegamos, enseguida me pasaron y ni media hora tardaron en decirme que estaba de parto, que con solo una hora de contracciones aproximadamente había dilatado ya 5 centímetros, así que sin rodeos, se pusieron a preparar quirófano, vías, sondas y demás para poder atenderme como era debido, y lo antes posible.
Mi sorpresa fue, al entrar en quirófano y encontrarme con la misma anestesista que me atendió, no hacia muchas horas y lo agradecí mucho.
Eran todo mujeres (así que, me sentí como en casa), salvo el chico que me sujetaba mientras me ponían la epidural.
Lo paso muy mal la pobre Dra para dormirme bien, con la desviación de cadera y espalda, me pinchaba en un lado y se me dormía el contrario y viceversa. Pero lo hizo genial, no me dolió nada y se portó como una campeona.
Todo el mundo muy agradable, aunque recuerdo muy pocas cosas de lo que pasó allí dentro, ya que en cuanto me puso la anestesia y deje de sentir dolor de espalda y las contracciones, podría decirse que me quede dormida.
La Dra me iba contando lo que me hacían, entre cabezada y cabezada.
Cuando por fin me lo sacaron, y después de estar preguntando cada dos por tres si quedaba mucho para conocerle, me despertaron enseñándome la cosa mas bonita que mis ojos habían visto jamás. Me dio tiempo solo, de darle un beso, y se lo llevaron corriendo con papá, donde lo esperaba ya sin camiseta para empezar ese vínculo tan especial entre padre e hijo “piel con piel” mientras a mi me miraban bien y me cerraban.
Poco después me reunieron con lo que ya era mi familia.
Puedo aseguraros que fue un descanso en muchísimos sentidos, pero sentimentalmente hablando, es prácticamente imposible describir las sensaciones que ese momento provoca.



Puedo deciros, que mi estancia en el hospital estuvo bastante bien. Por fin han cambiado el catering, ahora la comida esta mucho más buena que antes y me lo comía todo, aunque ya sabéis que soy muy glotona.
Con las enfermeras bien, aunque como todo.. siempre hay alguna subnormal que toca los huevos, pero bueno...
El niño iba bien, yo cada día me encontraba mejor, y cuando ya llevábamos tres días y dos noches allí metidos, me dijeron que todavía no me daban el alta, porque el niño había perdido algo de peso.
Es algo totalmente habitual que al crecer también, más aparte todo lo que conlleva para ellos nacer, pierdan un poco, así que no les hice caso y pedí el alta voluntaria, aunque me dieron la condición de ir al día siguiente a la revisión de peso del niño, cosa que acepte encantada.
Creo que una madre, lo primero en lo que piensa es en su hijo y, desde luego, en casa comía y dormía mucho mejor, sin que nadie nos molestara.
Por fin puedo decir, que soy madre de un niño precioso, al que quiero más que a mi propia vida, y pocas palabras hay en el mundo, para describir todo esto.
Ojo tampoco es fácil, soy una madre panda con ojeras todo el día, pero con actitud y ganas de todo!

Deseando recuperarme pronto, aunque aun me quedan algunas semanas, y mandando un beso muy fuerte a todos mis lectores (aunque seáis poquitos os aprecio mucho), me despido hasta el siguiente post.  

OS ADOROOOOOOO!!!!!❤

Caprichos (Parte 4)

Amores míos! Que tal vais pasando la semana? En esta casa no hay descanso NON STOP. Perros para arriba, niño para abajo, una locura jaj...