Buenos días por la mañana!!!!!! Como
estáis?
Yo mucho mejor la verdad, cada vez me
puedo mover mejor, sangro menos y la herida se esta quedando
perfecta, además de lo bonita que ya me la dejaron de por sí!
Quería contaros una anécdota que,
sinceramente a mi me parece muy graciosa de recordar, y quería
compartirla con vosotros.
Antes de todo debo decir, que soy muy
mala paciente, las cosas como son.
La misma mañana que fui de visita para
lo de la anestesista y tal, estando en la sala de espera, me puse a
leer carteles colgados de las puertas. Me sorprendió uno y me lo
quedé mirando detenidamente.
En el decía:
NO MOLESTAR NI LLAMAR A LA PUERTA,
ESTAMOS TRABAJANDO.
Entonces me asomé a la puerta de la
enfermera, aprovechando que estaba entreabierta, y no había nadie
dentro. Mi mente lo primero que hizo fue pensar... O la chica es muy
bajita y no se le ve, o aquí dentro no hay ni dios.
Efectivamente dentro de la consulta no
había nadie, estaba completamente vacía. Ni pacientes ni
enfermeras.
Yo creo, que jamás me sorprenderá ni
me sucederá ya, nada nuevo en un hospital después de tantos años,
pero la verdad es que estas cosas me hacen gracia.
No pude quejarme en ese momento, puesto
que la enfermera y la doctora se portaron muy bien, fueron muy
amables, me lo explicaron todo con claridad y me trataron genial.
Aunque también os digo que si me
hubieran pillado a malas habría puesto una queja o sugerencia
seguro.
Estuve exagerando bastante, para ver si
se espabilaban en sacarme al niño ya, cosa que como podéis
comprobar no me hizo falta. Tenía que sentarme en esas sillas tan
asquerosas durante horas, tal como tenía la espalda, así que
terminaba llevándome un cojín, así también me veían peor. Por no
decir, que además de eso, llevaba la muleta para poder andar mejor y
mas recta, muleta que todavía a veces uso bastante para obligarme a
poner la espalda más lineal.
Que buena compra hizo mi madre cuando
estuve operada de la cadera, no solo con las muletas, que además son
buenas y de una tienda ortopédica, sino que también compro una cuña
que aún a veces cuando no llego al baño sigo utilizando. Es una
pena decirlo, pero al fin y al cabo, llevo una operación a cuestas
de tan sólo dos semanas aproximadamente, y con la movilidad tan
reducida es difícil llegar siempre a tiempo al baño.
Agradezco este cuerpo serrano que la
vida me a dado, con la bufeta tan dura como la tengo, pero no siempre
hace su servicio como debe, la pobre no da a basto.
Y con esto y un bizcocho, hasta mañana
a las ocho jajajaja!
Os como hermosuras.
jajajajajajja ¡La bufeta dura! Me has matado xDDD
ResponderEliminarJajaja yo y mis expresiones :D
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